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Sustentabilidad: una falacia de “Porta Hermanos”

  • Foto del escritor: Nazarena Marconi
    Nazarena Marconi
  • 29 nov 2019
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 9 dic 2019

La empresa que obtuvo el sello B, pero que sin embargo los vecinos de San Antonio hace más de siete años luchan por su cierre.


Desde hace varios años, los avances tecnológicos y la innovación tuvieron una gran influencia en discusiones sobre el medio ambiente y economía. Parte de los problemas socioambientales nacen de la preocupación por la salud, por conflictos territoriales o por posible pérdida de calidad de vida a causa de cambios productivos o transformaciones del entorno a través de obras públicas o emprendimientos privados.

El origen de estas problemáticas tiene relación con la economía y los distintos procesos de producción. La acumulación de capital y riqueza son factores que influyen en el desarrollo ya que ciertos sectores aprovechan estos avances tecnológicos y procesos de innovación para su propio beneficio económico y la “sustentabilidad” pasa a ser sólo una palabra más del discurso.

Por este accionar, son responsables aquellos que poseen tales medios de producción, las grandes empresas, los gobiernos y en un nivel más amplio el Estado, quien debe ser el encargado de regular la situación a través de diversas políticas impulsando el desarrollo sustentable para un equilibrio económico-ambiental. La reforma del Estado, desde esta perspectiva, pasa por llevar adelante acciones estratégicas descentralizadas y flexibles, capaces de convocar y compartir responsabilidades y tareas que incluyan el factor sustentabilidad en los sistemas de producción y en los patrones de consumo. Además el  Estado debe ser corresponsable en potenciar las posibilidades de desarrollo de las regiones y los diversos segmentos de la población.

Por eso, actualmente, se ha adquirido un nuevo dinamismo a nivel mundial enmarcado en la búsqueda de respuestas sobre el problema del cambio climático y la contaminación ambiental. Este proceso fue interpretado como parte de una modernización “ecológica” o como “capitalismo verde”, en el que el discurso de sustentabilidad viene a dar una respuesta a las percepciones sobre la crisis ambiental. “La sustentabilidad  hace referencia a la preocupación por satisfacer las necesidades humanas para mejorar el bienestar, considerando una equidad intergeneracional en función de la magnitud y composición de recursos que deja una generación a la que le sucederá”, (Economía y Sustentabilidad cap.25)

Por otro lado, la sustentabilidad económica sugiere prácticas que sean económicamente rentables, pero también social y ambientalmente responsables. Es decir, apuntar al crecimiento económico sin dejar de lado la equidad social y el cuidado ambiental. Esto debería primar en las agendas de todos los empresarios del mundo, sin embargo, aún sufrimos las consecuencias de un sistema económico basado en maximizar la producción y el consumo a cualquier costo, aunque esto implique explotar los recursos de manera ilimitada y no responsable, generando un impacto ambiental negativo y mayor desigualdad social. 

En base a lo expuesto anteriormente, nos enfocamos en la ciudad de Córdoba, particularmente en el barrio San Antonio, ubicado al sur, donde se encuentra la fábrica “Porta Hermanos S.A” (Av. Cdad. de Valparaíso 4850). Empresa que es responsable de uno de los conflictos socioambientales más importantes y que más resuena en los últimos tiempos. La firma se dedica a elaborar etanol, es decir, alcoholes obtenidos de la biomasa, en este caso utilizando maíz transgénico.


En el año 1995, la planta se ubicaba en el centro de la ciudad y luego de una explosión se trasladó a donde radica actualmente y continuó con el fraccionamiento de alcoholes traídos desde Tucumán, violando la ordenanza de suelo urbano de la ciudad que asigna distritos para la instalación de destilerías. Desde 2012 comenzaron a realizar todo el proceso completo del bioetanol, incluyendo el acopio de maíz junto a Alfa Laval, multinacional sueca que provee de la tecnología, desarrollando toda la producción desde el grano, fermentación, rectificación, destilación y deshidratación de los alcoholes, utilizando químicos tóxicos y venenosos como el metanol. Esto sin duda agravó aún más la situación ambiental.  

Todo ello se produce sin realizar una correcta evaluación de impacto ambiental, basándose sólo en una habilitación municipal otorgada por un funcionario de un centro de participación ciudadana, entidad que está descentralizada de la Municipalidad de Córdoba. Numerosos profesionales médicos e ingenieros han desarrollado estudios que dan cuenta de la contaminación y los problemas de salud generados por la fábrica.


Tras una investigación se descubrió que “Porta Hermanos” fue calificada como “Empresa B” en él año 2016. Esto muestra una gran incongruencia respecto a las practicas de la fabrica, ya que según https://sistemab.org/ ser “Empresa B significa el compromiso de demostrar que las empresas pueden ser agentes de cambio y contribuir a la solución de las grandes problemáticas sociales y ambientales”. Las Empresas B tienen la convicción de ser las mejoras para el mundo y por eso protegen su misión y cumplen un estándar para poder certificarse.

Ser Empresa B significa demostrar que es posible perseguir el triple impacto (económico, social y ambiental) de manera simultánea, con un compromiso de mejora permanente, legal y a largo plazo. Basándonos en lo investigado damos cuenta de que evidentemente “Porta Hnos.” no cumple con estas características ya que el único impacto que persigue es el económico. 


Hablemos de estadísticas y precios


El mapa nacional del bioetanol está integrado por seis provincias: Córdoba, San Luis y Santa Fe, con plantas productoras sobre la base de maíz, mientras que Salta, Tucumán y Jujuy lo hacen a partir de la industrialización de la caña de azúcar. Particularmente Córdoba se ha consolidado como la segunda mayor productora de bioetanol del país: según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), solo las tres principales empresas de esta provincia tienen una capacidad de producir 409 mil metros cúbicos por año, el 72 por ciento de todo el etanol a base de maíz que se produce en Argentina (568.619 m3 ) y el 38,5 por ciento de todo el biocombustible de este tipo que se genera en el país (965.530 m3 , de los cuales 450.850 son de caña). Según datos oficiales de Secretaría de Energía en el Informe de Biocombustibles Abril 2019.

La producción de bioetanol en Córdoba ha ido en aumento. Así, si se tiene en cuenta que para producir un metro cúbico del combustible renovable se requieren 2,5 toneladas de maíz, en el 2017 la demanda del cereal alcanzó a 533 mil toneladas de maíz. Esto representa un aumento de 38.520 toneladas respecto a lo requerido por las tres principales plantas durante los primeros siete meses de 2016, promedio de producción que aún mantienen. Según página oficial “Porta Hermanos”.

Hace aproximadamente siete años, los vecinos del barrio presentaron un amparo ambiental ante la Municipalidad de Córdoba y la Provincia, que tiene como objeto principal el cese de la contaminación ambiental atmosférica por parte de la empresa. En esta exposición, se solicita la clausura y cierre definitivo de la planta atento a no haber cumplido el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental, es decir, por carecer de habilitación legal para su labor. Sin obtener respuestas durante todos estos años, hoy en día los vecinos esperan encontrar un fallo favorable en la Justicia Federal logrando así la erradicación de la empresa. 


En una declaración que presentó el Ingeniero Mecánico Augusto Edgar Gallardo, asesor legal y técnico de la empresa “Porta Hermanos”, reconoció que la fábrica libera compuestos tóxicos para la salud, pero aseguró que se encuentran por debajo de los umbrales nocivos. Respecto a la producción de bioetanol, Augusto dijo que “Porta produce 100.000 litros por día, con una capacidad de almacenamiento de 1.400.000 litros, con el 5% en biocombustible”, expresó Gallardo a la prensa.

Recordemos que en el ciclo del biocombustible existen inversiones millonarias, pero lo que no se contempla en la “responsabilidad social” de estas empresas es a cuánto sube el costo de la salud, que impacta mes a mes sobre la población afectada. Cabe destacar que esta planta en particular no se encuentra en una zona categorizada como industrial y en reiteradas oportunidades ya fue denunciada en tribunales penales de la provincia y el municipio. Federico Macciocchi, abogado especializado en derecho ambiental, presidente de Club de Derecho y miembro de Fundación Tercera Generación, dijo que “el desprecio por las normas ambientales, la indolencia ante situaciones de riesgo y el incumplimiento del deber de anticiparse a posibles daños ambientales es, en buena parte, responsabilidad de los funcionarios del Estado”.

Respecto a la situación de los vecinos que conviven día a día alrededor de “Porta Hermanos.”, la Ingeniera Química Virginia Sánchez nos comentó que “En Córdoba no hay estudios específicos que detallen normativas, ya que la ciudad tiene las características de un valle, y en las altas temperaturas se produce una inversión en las masas de aire por lo que se forma una capa en la atmósfera que no permite que los gases suban y se conservan así en bajas altitudes. Esto genera todos los efectos nocivos que se ven en la salud de la gente que vive alrededor. Por otro lado, no existe un trabajo transdisciplinarios donde se utilizan biomarcadores de sangre en la gente afectada”, concluyó Virginia Sánchez. 

El riesgo que señala la Economía Ecológica es que hemos pasado de un “mundo vacío” a un “mundo lleno” en donde los límites están marcados por la capacidad de carga del ecosistema planetario. Aquí se ha tomado como referencia el caso “Porta Hnos” como una representación local de una problemática que subyace a nivel mundial. Desde la economía sustentable, una posible solución a estos conflictos sería crear una gestión que además de ser económica, pretenda ser sostenible y sobre todo preserve el ambiente considerando los estados críticos derivados tanto de la falta de recursos como del exceso de residuos.

Para finalizar dejamos expuesto el mensaje respecto a este tema, publicado en el Informe sobre la Agenda Argentina de Desarrollo Sostenible 2030:

“La Agenda 2030 debe ser vista como un desafío y una oportunidad para abordar sistemáticamente las problemáticas que enfrenta Argentina a nivel económico, social y ambiental. Sus objetivos, metas e indicadores brindan una matriz para orientar la formulación, implementación y monitoreo de estrategias de desarrollo sostenible que supongan soluciones integradas para los múltiples problemas que se han identificado, de modo que el país pueda desplegar plenamente su potencial de crecimiento económico, avanzar con decisión en materia de inclusión social y progresar en lo que respecta a la sostenibilidad ambiental.”

 
 
 

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